miércoles, 6 de agosto de 2008

MI CONFRONTACIÓN CON LA DOCENCIA

Mi confrontación con la docencia
En la actualidad, nosotros como docentes nos vemos cuestionados en nuestras prácticas organizacionales por diversas razones. Una de ellas es que la creciente demanda de aspirantes conlleva también a una mayor oferta de opciones educativas de distinta calidad en un universo sumamente competido. Esto obliga a revisar aspectos administrativos, políticos, tecnológicos, y no siempre pedagógicos, al interior de nuestras instituciones de educación.

En este sentido, es conveniente atender los perfiles generacionales de los estudiantes y facilitadores de nuestros diferentes centros de trabajo, pues son el reflejo y la construcción misma de una parte importante del pensamiento colectivo en la vida cotidiana de la sociedad.

El contexto docente está inmerso en una condición en la que hay que: saber hacer y saber pensar frente a nuestros estudiantes, pero también frente a la complejidad de variables del proceso educativo.

Esta certeza es preocupante ya que, como sabemos, la planta docente del Nivel Medio Suprior proviene cada vez menos de instituciones formadoras de maestros, y cada vez más de diversas licenciaturas e ingenierías universitarias, lo cual, más allá de las encontradas opiniones sobre sus ventajas y desventajas, muestra una realidad que obliga a resignificar y ampliar el concepto de enseñanza.

La enseñanza puede contribuir a la formación de profesionales que entendamos nuestra práctica docente como una práctica social comprometida en la construcción permanente del futuro y no como una actividad transitoria de segunda categoría ante la falta de oportunidades de empleo en las diversas áreas de conocimiento y actividades productivas.

Las competencias docentes de quienes están a cargo de un grupo de alumnos de educación básica, bachillerato o universidad podrían fundarse en una visión crítica-reflexiva que analice no sólo los problemas de la interacción en el aula, algunos de sus fundamentos teórico-metodológicos y creencias implícitas sobre el ejercicio de la docencia, sino también, y sobre todo, una acción transformadora de sus propias prácticas.

El concepto de enseñanza requiere de experiencias didácticas de los estudiantes que se forman como profesores. Esto requiere una simplificación del tiempo, del número de estudiantes y de la selección de contenidos curriculares con el fin de determinar las aptitudes pedagógicas de los aprendices de docentes a través de instrumentos de evaluación en estas condiciones controladas.

Haciendo un análisis crítico tanto del sentir como del hacer y del pensar es considerado como un diálogo profesional, como forma de comunicación privilegiada entre profesores y aspirantes a profesores que debemos acostumbrarnos a aceptar observaciones y a valorar el aprendizaje que se obtiene de ellas. La capacidad de confrontación de uno mismo es una competencia docente actualmente considerada como una de las que más impactan en la vida de nuestros estudiantes.

La enseñanza tradicional se compone de diversos aspectos que con el paso del tiempo se abordan en el proceso de enseñanza y aprendizaje como lo es la comunicación; orientada a la exposición de temas, y a la verbalización centrada en el maestro, se dan algunas reglas de oro para dirigirse a los estudiantes. Por ejemplo, hablar con dicción y claridad, utilizar el vocabulario adecuado y procurar la modulación de la voz. En el caso de las acciones no verbales, se recomienda tener cierto estilo y seguridad en la expresión corporal.

La noción implícita de comunicación en la enseñanza conductista es muy cuestionable desde la perspectiva sociocultural actual, dado que se privilegia el monólogo docente o bien la estructura interrogación-respuesta-evaluación, con lo que se otorga poco lugar a la realimentación grupal como forma de construcción de significados, y al lenguaje no se le reconoce su carácter estructurante del pensamiento. Sin embargo, no debemos descartar esta forma de impartir la clase, siempre y cuando no veamos a nuestros estudiantes como receptores de información, sino como interlocutores que construyen sus propios significados.
Poco a poco nosotros como facilitadores del conocimiento hemos implementado una variación de estilos de aprendizaje concretamente en nuestra planeación misma de la enseñanza con l que trabajamos en el diseño de estrategias, la selección y organización de recursos, atendiendo a las diferentes formas de aprendizaje, es decir la percepción para obtener condiciones estimulantes para el aprendizaje. Esta forma –que aunque paulatinamente- denota una preocupación clara por el mejorar el quehacer docente, en la que denota una visión incluyente para nuestros estudiantes.

La experiencia en el ejercicio de la docencia va desarrollando una noción intuitiva del saber hacer e incluso del sobrevivir en la escuela. Aquel profesional que decide dar clases frente a un grupo de estudiantes y no morir en el intento requiere de ciertas competencias básicas de tipo experto pero aun cuando yo como facilitador de grupo soy un profesional no formado en la docencia, que decidí, por convicción propia y no circunstancial, que la educación era mi proyecto de vida que vale la pena, la práctica es, en mi opinión, una condición necesaria pero no suficiente para que adquiera una lógica sobre una intervención educativa.

Partiendo del hecho de que soy facilitador en ejercicio sin formación docente carezco de las simulaciones contenidas en los cursos de enseñanza, y de que requiero de estrategias de formación distinta para enfrentar de inmediato y con responsabilidad mi actividad frente a los estudiantes que llegase a tener a mi cargo.

1 comentario:

Toño dijo...

Compañero estoy de acuerdo contigo cuando mencionas ls perfiles de los docentes y muy pocos tienen la formación de profesor, pero también hay que reconocer que muchos teniendo el perfil de Lic. Ing. se han preparado para la nueva profesión que desempeñan que es la de profesor y quienes no lo hacen deberían tomar el ejemplo de quienes lo están haciendo.
Y la acutalización y supereración como docente debe ser permanente, este es el camino que debemos tomar.